Institución Educativa Lorenza Villegas de Santos

martes, 17 de noviembre de 2009

Disminución de la capa de ozono


El exagerado crecimiento demográfico, está agotando aceleradamente los recursos naturales del planeta y saturando la capacidad de infraestructura, además de generar mayor contaminación, en la medida en que el hombre mantiene un constante crecimiento industrial para satisfacer sus necesidades. Este crecimiento industrial trae consigo: (desechos tóxicos de tipo domestico, el efecto invernadero, las lluvias ácidas y contaminación de los ríos, lagos y mares), todos los cuales venían siendo los principales problemas de contaminación para la humanidad. Pero hasta hace poco, no se conocía a ciencia cierta sobre la gravedad que hoy reviste, la destrucción de la capa de ozono; cuyo agujero a alcanzado una extensión mucho mayor que el doble de la extensión territorial de los Estados Unidos, y sabiendo que la capa de ozono es la que nos protege de las mortíferas radiaciones ultravioleta proveniente del sol. Hoy por hoy esto se ha convertido en un dolor de cabeza que enfrenta la humanidad


LA DESTRUCCION DE LA CAPA DE OZONO

Para 1974, los científicos empezaron a sospechar que los clorofluorcarbonos (CFC) son gases que destruyen el ozono. Y, no obstante hay CFC por todas partes. Se utilizan para fabricar todo tipo de producto de espumas de plástico: desde el aislante de espuma en la rama de la construcción hasta los vasos y envases para las llamadas "comidas rápidas". Se utilizan como gas impulsor para los sprays de aerosol, como refrigerantes en los aparatos de aire acondicionado y frigoríficos, como disolventes para limpiar equipos electrónicos y muchos usos más. Estos compuestos son muy estables por lo que su destrutibilidad persiste y, cuando salen de algunos de los materiales nombrados anteriormente, son arrastrados lentamente hasta la atmósfera. Allí, al ser bombardeado por los rayos ultravioleta, finalmente se descomponen y liberan al verdadero asesino del ozono: el cloro; el cual danza con las frágiles moléculas de ozono, alas que destruye y de las que luego se aleja intactas, dando vueltas hasta que se encuentra con otra molécula de ozono a la que también destruye. Una molécula de cloro puede continuar de este modo por más de un siglo, destruyendo así unas 100.000 moléculas de ozono. Y, en el futuro existe un riesgo de destrucción importante, por el posible aumento del cloro en la estratosfera. La destrucción de la capa de ozono se origina, entre las causas, por las deforestaciones y el constante bombardeo de la atmósfera con los llamados gases invernadero, producido por los diversos contaminantes liberados desde la tierra. Estos gases, emitidos por las centrales eléctricas que utilizan carbono y petróleo (dióxido de azufre y oxido de nitrógeno). Así como el empleo de contaminantes como los clorofluorcarbonos CFC que usan las industrias de aerosol, de la refrigeración, espuma plástica, solventes y propulsores, actúan como gases de invernadero sobre el planeta, que permiten la entrada pero no la salida de la radiación solar, aumentando así la temperatura de la tierra. Las investigaciones científicas señalan que para fines del próximo siglo, la destrucción del ozono estará por el orden de 3 a 10 % por el uso de aerosoles. Respecto a la destrucción de la capa de ozono, se trata del único problema ambiental que ha encontrado una acción global unánime de todos los países del mundo, incluyendo Venezuela. Para contrarrestarlo se ha limitado sistemáticamente la producción de gases CFC y halones en los próximos años. Los científicos creen que de eliminarse por completo la producción de sustancias que destruyen a la capa de ozono, el hueco detectado en la Antártida podría existir hasta el año 2.100. Podemos ver entonces la ironía de esta crisis relacionada con el ozono; allá arriba (estratosfera) donde lo necesitamos, lo estamos destruyendo y aquí abajo (troposfera) donde es venenoso lo estamos fabricando.


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